Seis templos espectaculares de México
Un recorrido por la arquitectura sagrada del país.

México es tierra de colores, sabores y tradiciones, pero también lo es de imponentes templos que narran su historia a través de cada piedra tallada, cada retablo dorado y cada cúpula que acaricia el cielo. Desde Oaxaca hasta Zacatecas, estas joyas arquitectónicas no solo te acercan a lo divino, también te conectan con el arte, la cultura y el alma de cada región. Te presentamos seis templos imperdibles que te dejarán con la boca abierta… y el corazón lleno.
1. Parroquia de San Miguel Arcángel – San Miguel de Allende, Guanajuato
Imagen: Cortesía, este templo es lo más representativo de este destino.
Tal vez la hayas visto en fotos, postales o películas, pero nada se compara con admirarla en persona. La Parroquia de San Miguel Arcángel, con su fachada neogótica que parece sacada de un cuento europeo, se alza orgullosa en el corazón de San Miguel de Allende. Aunque su origen se remonta a 1555, fue el humilde albañil Zeferino Gutiérrez quien, inspirado por la Catedral de Colonia en Alemania, la transformó en ícono mundial en 1880. Lo curioso: en un inicio, los locales no la querían. Hoy, es una de las iglesias más fotografiadas del planeta.
2. Catedral Metropolitana – Guadalajara, Jalisco
Imagen: Destino, una de los templos más bellos de la zona.
Majestuosa y resiliente, la Catedral de Guadalajara ha enfrentado incendios, disparos y terremotos desde su fundación en 1561. Reconstruida y embellecida a lo largo de los siglos, esta catedral mezcla arte barroco, gótico y neoclásico, con torres que desafían los sismos y un interior lleno de devoción: altares dedicados a la Virgen de Zapopan, la Asunción y los Dolores. Hecha de cantera rosa, es mucho más que un templo: es el corazón espiritual de la Perla Tapatía.
3. Catedral de Morelia – Morelia, Michoacán
Imagen: Cortesías, un templo hermoso en la capital michoacana.
Con 84 años de construcción a cuestas, la Catedral de Morelia es pura elegancia barroca. Sus torres de casi 67 metros de altura se imponen en el cielo michoacano, pero su alma está en su interior: un órgano tubular con 4,600 flautas traído desde Alemania, un manifestador de oro y plata para el Santísimo Sacramento, y una iluminación espectacular creada por la misma empresa que alumbró la Torre Eiffel. Como dato curioso, es la única catedral mexicana que no está orientada al este… sino al norte.
4. Templo de Santo Domingo – Oaxaca de Juárez, Oaxaca
Imagen: Cortesía, su imponente belleza le ha dado fama mundial.
Si el barroco tuviera un hogar en México, ese sería el Templo de Santo Domingo. Comenzado en 1552 y terminado más de un siglo después, este templo oaxaqueño sobrevivió la expulsión de los dominicos, el abandono y los estragos del tiempo. Hoy, restaurado con esmero, deslumbra con su retablo mayor, la Capilla del Rosario y pinturas del Antiguo Testamento. Además, alberga el Jardín Etnobotánico y el Centro Cultural de Santo Domingo, haciendo del arte sacro una experiencia viva.
5. Templo de Nuestra Señora de los Remedios – Cholula, Puebla
Imagen: Cortesía, uno de los templos con más historia.
Nada como llegar a lo alto de la Gran Pirámide de Cholula y encontrar, majestuoso, el Templo de Nuestra Señora de los Remedios. Construido en 1594 sobre un legado prehispánico, este templo barroco resplandece con su cúpula de talavera y sus frescos alegóricos. Aunque sufrió daños por el sismo de 1864, fue reconstruido con amor por los fieles. Desde allí, la vista del Popocatépetl y de la ciudad es sencillamente inolvidable: una fusión única entre lo místico y lo natural.
6. Catedral Basílica de Zacatecas – Zacatecas, Zacatecas
Imagen: Cortesía, su cantera rosa la hace única.
Rosa como el atardecer del norte, la Catedral de Zacatecas es una obra maestra del barroco mexicano. Iniciada en 1731 y terminada a principios del siglo XX, fue elevada a catedral en 1862 y declarada Patrimonio de la Humanidad en 1993. Su fachada es un poema a la Eucaristía, con esculturas de los apóstoles talladas en cantera rosa. Por dentro, el estilo es más sobrio, casi neoclásico, pero no menos impresionante. Una joya arquitectónica que encierra siglos de fe y de historia minera.
¿Listo para el viaje?
Estos templos no son solo paradas turísticas: son guardianes del tiempo, del arte y del espíritu. En cada uno encontrarás una historia, una emoción y un suspiro. Así que prepara tu cámara, tu curiosidad y tus sentidos… México tiene mucho que revelarte, piedra a piedra.
¿Cuál es su reacción?






