Cinco experiencias imperdibles en Morelia
Después de descubrirla vas a querer regresar a esta joya colonial de Michoacán

Hay ciudades que seducen a primera vista, y Morelia es una de ellas. Sus fachadas de cantera rosada, su aire señorial y su riqueza cultural hacen de esta capital michoacana un destino vibrante, lleno de historia y sabor. Caminar por sus calles es como hojear un libro abierto del Virreinato con toques afrancesados. Aquí te compartimos cinco actividades imprescindibles para enamorarte aún más de esta joya colonial.
1. Recorre su centro histórico, una cápsula del tiempo
El corazón de Morelia es un museo al aire libre. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su centro histórico está salpicado de templos, palacios y casonas que narran siglos de historia. La Catedral barroca es su emblema, con sus imponentes torres que superan los 65 metros. Muy cerca está el Palacio de Gobierno, testigo de las ideas insurgentes de personajes como José María Morelos e Iturbide.
Imagen: Instagram @visitmichoacan, cada rincón cuenta una historia.
No dejes de visitar el Templo y Ex Convento de las Rosas, que guarda la esencia del primer colegio de monjas dominicas del país. Otras joyas son el Palacio Clavijero y el Colegio de San Nicolás de Hidalgo, donde alguna vez enseñó el mismísimo Morelos. Cada paso revela una postal digna de admirarse.
2. Camina junto al antiguo acueducto
Testigo del ingenio virreinal, el acueducto de Morelia fue construido en 1785 para abastecer de agua a la ciudad. Con sus 253 arcos de cantera y casi dos kilómetros de longitud, esta estructura es un símbolo de la ciudad. Pasear junto a él al atardecer es una experiencia serena y fotogénica, ideal para detenerse en alguna de las bancas y ver cómo la ciudad respira entre lo antiguo y lo moderno.
Imagen: Instagram @dav1dambriz, este sitio quedó inmortalizado en los billetes de 50 pesos.
3. Date una vuelta por sus museos
Morelia también es cultura viva. El Museo de Arte Colonial ofrece una colección única de cristos tallados en caña de maíz, mientras que el Museo Michoacano reúne piezas prehispánicas y objetos históricos del México virreinal. Para un contraste moderno, el Museo de Arte Contemporáneo presenta obras de artistas emergentes y consolidados.
Imagen: Instagram @leibertoledo es un gran destino cultural.
Y si lo tuyo es el antojo cultural, el Museo del Dulce te mostrará el alma más dulce de la ciudad, con recetas tradicionales como los chongos zamoranos o los ates de frutas.
4. Saborea su cocina tradicional
Morelia se disfruta con todos los sentidos, pero sobre todo con el paladar. Su cocina es una carta abierta al mestizaje y a la tradición purépecha. El Churipo, un caldo rojo con carne y verduras, es reconfortante como un abrazo. La sopa tarasca, las corundas y los uchepos ofrecen sabores únicos que no hallarás en otra parte del país.
Imagen: Instagram @josafat_zalapa, su variedad gastronómica es deliciosa.
Para cerrar con broche de oro: nieve de pasta en la plaza, buñuelos crujientes o un buen plato de chongos zamoranos, ese postre lácteo que parece una caricia al alma.
5. Llévate un pedacito de Michoacán en sus artesanías
Si buscas recuerdos con alma, los encontrarás en la Casa de las Artesanías y en los coloridos portales del centro. Cántaros, máscaras, textiles bordados y piezas de cerámica te esperan con los brazos abiertos. Cada objeto lleva el sello de las comunidades que han conservado sus técnicas por generaciones: el cobre martillado de Santa Clara, los laqueados de Uruapan o los instrumentos musicales de Paracho.
Imagen: Instagram @danielav.moran, un recuerdito de Morelia no puede faltar en tu colección.
Morelia no sólo se visita, se vive. Y después de descubrirla, es difícil no querer volver.
¿Cuál es su reacción?






