Playa Ermita, el secreto mejor guardado de los Tuxtlas.
En la costa veracruzana, donde el mar abraza la arena con un vaivén sereno y el sol pinta reflejos dorados sobre las olas, se encuentra este edén costero.
Un refugio de tranquilidad y belleza natural
Playa Ermitas conquista por su ambiente virgen: kilómetros de costa sin grandes construcciones, un horizonte limpio y el sonido constante del mar que invita a relajarse. Su arena fina y dorada, junto con el azul profundo del Golfo de México, crean un escenario ideal para descansar bajo el sol o dar caminatas al amanecer.
Imagen: @ElUniversal. Turista en playa.
Detrás de la línea costera, se extienden manglares y humedales que son el hábitat de aves tropicales y peces de colores. Todo esto se puede apreciar a traves de recorridos en lancha o kayak, observando garzas, pelícanos y, con suerte, algunos delfines que se acercan curiosos a la orilla. Es un sitio donde la vida silvestre y el turismo responsable conviven en equilibrio.
Un destino para desconectarse
No hay grandes hoteles, pero sí pequeñas posadas familiares y cabañas rústicas frente al mar, donde el visitante puede dormir arrullado por las olas y despertar con el canto de las aves.
Imagen: @FbViajandoporVeracruz. Ermita de la playa.
¿Cómo llegar?
Playa Ermitas se ubica cerca del municipio de Alvarado, Veracruz, a unas dos horas de camino desde el puerto de Veracruz. El acceso es sencillo y el trayecto bordea paisajes costeros encantadores.
Imagen: ¡TripViajeros!. Playa Ermitas.
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