Cuatro playas escondidas (y espectaculares) para perderte este verano
Si lo tuyo es descubrir lugares que aún escapan del radar turístico, México guarda verdaderas joyas costeras

¿Harto del bullicio en playas abarrotadas? México esconde verdaderos paraísos costeros lejos del turismo masivo. Aquí te presentamos cuatro joyas poco conocidas —cada una con su encanto particular— para que vivas el mar como se debe: sin prisa, sin ruido y con todo el sabor de lo auténtico.
1. El Requesón, Baja California Sur
Una lengua de arena blanca conecta esta playa con una pequeña isla cuando baja la marea, formando una postal única en la Bahía Concepción. Aguas cristalinas, poca profundidad y una calma absoluta hacen de El Requesón el lugar ideal para nadar, hacer snorkel o simplemente relajarse frente al espectacular Mar de Cortés.
Imagen: cortesía, uno de los secretos de BCS.
2. Costa Esmeralda, Veracruz
Ubicada entre Poza Rica y el Puerto de Veracruz, esta franja de litoral verde y apacible está rodeada de selva tropical y plantaciones de caña. ¿Dónde hospedarte? El Hotel Azúcar, con sus villas blancas y su biblioteca al aire libre, es un santuario de descanso. O bien, el Hotel Suspiro, con spa y tours al Tajín, es perfecto para quienes buscan bienestar profundo frente al mar.
Imagen: cortesía, no todo es Boca del Río y el puerto.
3. Punta Pérula, Jalisco
En la Costalegre jalisciense, a tres horas al sur de Puerto Vallarta, Punta Pérula conserva su esencia virgen. Aquí puedes recorrer islas cercanas en lancha, practicar kayak, intentar la pesca artesanal o simplemente dejarte atrapar por sus atardeceres. Es un destino sin pretensiones, así que lleva lo necesario y prepárate para desconectarte de verdad.
Imagen: cortesía, su belleza ha conquistado a propios y extraños.
4. San Pancho, Nayarit
A solo 10 minutos de Sayulita, San Pancho (oficialmente Playa San Francisco) ofrece una combinación perfecta: tranquilidad, buenas olas para surfistas, restaurantes con onda local y una comunidad artística vibrante. Ideal para quienes buscan equilibrio entre naturaleza, cultura y vida de playa, sin perder autenticidad.
Imagen: cortesía, en el corazón de la Riviera Nayarita.
Viajar fuera del radar tiene sus recompensas. Estas playas no solo ofrecen paisajes únicos, sino también una manera distinta —más lenta, más libre— de disfrutar el verano.
¿Te animas a descubrirlas?
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