Xantolo: la fiesta que une a vivos y muertos en la Huasteca Potosina
Xantolo, día de muertos, San Luis Potosí, Huasteca

En la Huasteca Potosina, el Día de Muertos tiene un nombre propio: Xantolo, palabra que proviene del latín Sanctorum y que los pueblos nahuas adaptaron para nombrar la fiesta de las ánimas. Más que una tradición, es un puente entre el mundo de los vivos y el de los antepasados, donde el recuerdo se celebra con música, danza y color.
Durante estas fechas, los municipios de Aquismón, Axtla, San Martín Chalchicuautla, Ciudad Valles y Xilitla, entre otros, se visten de cempasúchil, incienso y son huasteco. Las calles se llenan de comparsas, altares monumentales y mascaradas que mezclan lo sagrado con lo festivo, recordando que en esta región la muerte no se llora: se celebra.
Imagen: cortesía.
El Xantolo comienza desde finales de septiembre, cuando se colocan las primeras ofrendas en honor a San Miguel Arcángel, y alcanza su punto más alto entre el 1 y 2 de noviembre. En esas noches, las familias velan a sus difuntos entre rezos, cantos, danzas de la Malinche y platillos típicos como el zacahuil —el tamal gigante que simboliza la abundancia y el reencuentro familiar.
Si hay un lugar ideal para vivir esta experiencia es Aquismón, en el corazón de la Huasteca. Ahí, los visitantes pueden recorrer el Pulich (altar tradicional), participar en talleres de elaboración de máscaras, disfrutar las danzas comunitarias y descubrir el profundo respeto que las comunidades teenek y nahuas profesan hacia la vida y la muerte.
Imagen: cortesía.
El Xantolo no es solo una festividad: es una forma de entender el mundo, donde la alegría, el ritual y la memoria se entrelazan bajo el aroma del copal. En la Huasteca Potosina, cada flor y cada nota musical son un mensaje para los que vuelven a casa, aunque sea por unos días.
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