En México, el 6 de enero no es solo el primer domingo después de Año Nuevo, es el Día de Reyes, una celebración que fusiona la fe, la historia y la deliciosa tradición de la Rosca de Reyes. Este día, marcado por la adoración al niño Jesús por parte de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, nos sumerge en una experiencia que va más allá de lo común.
La ruta de los Reyes Magos: Desde oriente hasta México:
La raíz de esta festividad se remonta al viaje de los tres reyes magos desde el oriente hasta Jerusalén, trayendo consigo ofrendas de oro, incienso y mirra al profeta recién nacido. En México, esta celebración se lleva a cabo trece días después del nacimiento de Jesús, marcando la epifanía y la manifestación del hijo de Dios al mundo.
La tradición de la Rosca de Reyes llegó a México durante la época del virreinato, adoptada de Europa, donde se popularizó en el reinado de Luis XV en Francia como parte de la fiesta de la epifanía. Desde entonces, esta deliciosa creación ha sido una parte esencial de las celebraciones mexicanas de enero.
La Rosca: Más que un pan, un símbolo de devoción y amor eterno:
La Rosca de Reyes, con su forma circular, no es solo un pan; es un símbolo de la búsqueda de los reyes magos por encontrar al niño Jesús. Su estructura representa una corona, reminiscente de las coronas que llevaban los reyes magos. Pero va más allá; se cree que también simboliza el amor eterno hacia Dios, sin principio ni fin.
Los frutos secos como ate, membrillo e higo que adornan la rosca representan las joyas de los reyes, simbolizando amor, paz y felicidad. Originalmente, se usaba acitrón, pero hoy en día, esta variedad está en peligro de extinción y su venta es ilegal. Además, la rosca esconde uno o varios Niños Jesús, recordando el momento en que José y María escondieron al niño de Herodes, un personaje malévolo según la Biblia.
Ingredientes que convierten la rosca en una obra maestra de sabor:
La elaboración de la Rosca de Reyes es una mezcla de arte y tradición. Se compone de harina de trigo, levadura, leche, huevos, agua de azahar, mantequilla o manteca, azúcar y sal. Además, puede llevar ingredientes adicionales como anís y está adornada con frutas confitadas como naranjas, lechosas, cerezas y higos. Las variantes modernas incluso incluyen rellenos como crema pastelera, queso, mermelada o chocolate, creando una experiencia culinaria única.
Día de la Candelaria: La continuación de la tradición:
El 2 de febrero, México continúa su celebración con el Día de la Candelaria, en honor a la Virgen del mismo nombre. La persona que encuentra el Niño Jesús en la rosca asume la responsabilidad de preparar tamales y atole para su familia, una tradición que se vincula a la bendición del maíz, según el calendario azteca en esta fecha.
La festividad también se distingue por vestir al Niño Dios con trajes que van desde los clásicos blancos hasta representaciones de doctores, maestros, futbolistas, y más. Luego, vestido con esmero, se lleva a bendecir, simbolizando la prosperidad para la familia.
Imagen: Marcos Castillo, familia disfrutando rosca de reyes
Así, la Rosca de Reyes se erige como más que un manjar, es una expresión de devoción, historia y sabor que une a las familias mexicanas en una celebración única.
