Entre aguas rosadas y silencios alados: mi encuentro con los flamingos en Yucatán
Ver a los Flamingos de cerca es una de las experiencias que tienes que experimentar.

Hay momentos que se graban en la memoria con los colores del asombro. Así fue la primera vez que vi a los flamingos en libertad, en esas aguas bajas y tranquilas que se tiñen de rosa en Río Lagartos, Celestún o Sisal, en la Península de Yucatán. Aún recuerdo el sonido del agua, el leve viento salado y esa sensación de estar presenciando algo sagrado, casi secreto.
Imagen: Fundación Pedro y Elena . Flamingos de Yucatán
El Phoenicopterus ruber, conocido comúnmente como flamingo del Caribe, no solo es uno de los habitantes más bellos y elegantes de estos ecosistemas, sino también una pieza fundamental en el equilibrio ecológico de las zonas costeras donde anida y se alimenta. Su presencia indica salud en los humedales, ya que solo habitan donde el ambiente está bien conservado y donde los nutrientes del agua permiten el desarrollo de pequeños organismos como camarones y algas que le dan ese característico color rosado.
Imagen: Fundación Pedro y Elena . Flamingos de Yucatán
En estos años recorriendo la región como profesional del turismo y amante del estilo de vida que conecta con la naturaleza, he tenido la fortuna de visitarlos muchas veces. Cada viaje es diferente. A veces están lejos, como manchitas de acuarela en el horizonte. Otras, los botes se detienen a prudente distancia y podemos observarlos alimentarse, caminar y hasta realizar sus famosos "bailes" en grupo, tan coordinados como hipnotizantes. Es imposible no quedarse en silencio.
Imagen: Mauricio López Rubio . Flamingos de Yucatán
Pero este espectáculo natural tan delicado requiere de un enorme respeto. Los flamingos son aves sensibles a los cambios en su entorno, y aunque el turismo de observación es una forma maravillosa de conectar con ellos y apoyar a las comunidades locales, también implica una gran responsabilidad.
Imagen: Fundación Pedro y Elena . Flamingos de Yucatán
Por eso, cada vez que recomiendo este tipo de experiencias, insisto: elige siempre guías certificados, aquellos que han sido capacitados para ofrecer recorridos sustentables, que conocen los tiempos, las rutas, los silencios que hay que guardar, las distancias que hay que mantener. Ellos no solo conocen el camino en los manglares y lagunas, sino también las historias, los secretos y la forma correcta de convivir con esta joya natural sin perturbarla.
Imagen: Funadación de Pedro y Elena . Flamingos de Yucatán
Los flamingos no son solo un ícono visual de Yucatán: son embajadores de la belleza que ocurre cuando dejamos que la naturaleza florezca en paz.
Si alguna vez sueñas con verlos, hazlo. Pero hazlo bien. Porque cuidar de ellos, también es parte de la experiencia.
¿Cuál es su reacción?






