Reserva de la Biosfera, un tesoro vivo en el corazón de Puebla
Este enigmático lugar está enclavado en los estados de Puebla y Oaxaca, aquí convergen la naturaleza, la cultura y la historia.

Ubicada entre el sureste de Puebla y el noroeste de Oaxaca, la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán es un santuario de biodiversidad en medio del árido paisaje mexicano. Con más de 4,900 km², alberga los bosques de cactus columnares más densos del mundo, con 45 de las 70 especies conocidas. Además, es el hogar de fauna única como biznagas, víboras, musarañas y ranas.
Este extraordinario ecosistema no solo es una joya natural, sino también un sitio de gran valor histórico y cultural. En 2018, la UNESCO lo declaró Patrimonio Mundial en la categoría de Bien Mixto por ser considerado el “hábitat originario de Mesoamérica” y la zona árida con mayor diversidad biológica de América del Norte. En su vasto territorio, se han encontrado fósiles marinos, huesos de mamut y huellas de dinosaurios, testigos del paso del tiempo en esta región única.
Imagen: Gobierno de México un lugar ideal para tomar fotografías espectaculares.
Explorando el lado poblano de la Reserva
Aunque la reserva se extiende hasta Oaxaca, el lado poblano es un destino fascinante por sí mismo. Uno de sus puntos más emblemáticos es el Jardín Botánico Helia Bravo Hollis, en Zapotitlán Salinas, a solo 30 km de Tehuacán. Este espacio protegido permite recorrer senderos interpretativos entre cactus monumentales: tetechos de hasta 15 metros de altura y 200 años de vida, biznagas de tres metros con medio milenio de existencia y patas de elefante que han sobrevivido por más de dos mil años. El jardín ofrece cabañas rústicas, miradores para la observación de aves y visitas guiadas.
A media hora del jardín se encuentra el Cañón de Tilapa, una impresionante formación natural con paredes casi verticales que resguardan fósiles incrustados en sus rocas, testimonio de un pasado marino que aún se puede observar a simple vista.
Más adelante, el Parque Ecoturístico de San Juan Raya y su área turística Turritelas permiten a los visitantes caminar sobre un antiguo fondo marino fosilizado. Conchas, corales y otros restos marinos cubren el suelo y las paredes de las cuevas, ofreciendo una visión tangible de la historia geológica de la región.
Imagen: Instagram @josegustavophotos, un gran lugar para apreciar aves y otras especies.
Más que un destino, un patrimonio vivo
La Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán no solo es un espectáculo visual de cactus gigantes y paisajes áridos. También es un lugar donde la historia, la ciencia y la naturaleza se entrelazan en un ecosistema único. Explorarla es adentrarse en un mundo ancestral donde la vida ha florecido contra todo pronóstico.
Ya sea para descubrir fósiles milenarios, admirar la majestuosidad de las cactáceas o maravillarse con la historia geológica de la región, esta reserva es un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Imagen: Instagram @institutodeecologia, un lugar con una gran riqueza biológica y ecológica.
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